Durante las pruebas preliminares que preceden a su producción en serie, sometemos a nuestros relojes a todos los golpes posibles dentro de los laboratorios destinados. Estas instalaciones están equipadas con un robot de nuestra creación cuyo brazo articulado reproduce una amplia gama de gestos y movimientos del brazo humano, desde los más comunes hasta los más insólitos. Excepto que este robot los reproduce a velocidades inhumanas. Tras esta dura prueba, nos aseguramos de que el rendimiento superlativo de cada reloj permanece intacto, independientemente de las sacudidas o golpes.
