Robustez

Nada puede dañarlo

En Rolex, trabajamos incansablemente para cumplir con las necesidades de quien denominamos con cariño: «el peor portador».

Pero puede que le sorprenda a qué nos referimos. Por mucho que usted cuide de su reloj, este recibirá golpes. Muchos golpes. Miles de ellos. Y aunque sean intencionales o fortuitos, inocuos o peligrosos, ningún golpe es insignificante para nosotros. Los observamos, analizamos y reproducimos todos, grandes o pequeños.

Explorer II

En Rolex, trabajamos incansablemente para cumplir con las necesidades de quien denominamos con cariño: «el peor portador». Sin embargo, lo hemos creado pensando en usted. Tenga la certeza de que, haga lo que haga, vaya donde vaya, su Rolex no le fallará.

El «savoir‑faire» relojero de Rolex

Excelencia en desarrollo