Una visión hecha realidad
El Oyster Perpetual, heredero directo del Oyster original, reúne tres de los logros relojeros fundadores de Rolex: la certificación cronométrica concedida por primera vez a un reloj de pulsera en 1910, la hermeticidad del reloj Oyster presentada en 1926 y el movimiento automático por rotor Perpetual patentado en 1931. El Oyster Perpetual sigue simbolizando la visión fundadora de Hans Wilsdorf y se considera hoy la quintaesencia de la excelencia Rolex.