La anatomía de un Rolex

Movimientos

La espiral Parachrom

La espiral Parachrom

¿Por qué azul?

Ese es el color de nuestra espiral Parachrom, la guardiana de la precisión cronométrica del reloj. Presentada en 2005, con diseño y elaboración enteramente propios, es el culmen de lo que pueden ofrecer las espirales de aleación metálica. La escala de la imagen puede llevar a engaño.

En realidad, su borde es más fino que un cabello, su peso es una fracción del de una perla y, una vez enrollada, su diámetro no pasa de unos pocos milímetros. Está protegida de agresiones externas por una caja tan hermética que, con gran acierto, fue bautizada como «Oyster». Lógicamente, es raro que podamos posar nuestros ojos sobre una espiral Parachrom. Entonces, ¿qué importa el color que tenga? Lo cierto es que ese tono azul representa nuestra tradición de excelencia relojera: es el color exacto que adquiere nuestra aleación exclusiva de niobio, circonio y oxígeno cuando se ha anodizado para detener el proceso de oxidación. Ese azul es esencial para nosotros, porque simboliza la durabilidad que define a nuestras creaciones. Además, esta espiral es insensible a los campos magnéticos, se muestra inquebrantable ante las variaciones de temperatura y resiste tanto a los golpes como a la corrosión. El latido de un Rolex con espiral Parachrom siempre será uniforme y perpetuo.

Espiral Parachrom
La espiral Syloxi

La espiral Syloxi

La pequeña gigante

Esta es nuestra espiral Syloxi. Hecha de silicio y presentada en 2014 con el calibre 2236, se elabora íntegramente en nuestras instalaciones.

Es un componente esencial del oscilador y su inimitable geometría garantiza la precisión cronométrica del reloj. Y, aunque fue diseñada para nuestros modelos de diámetro pequeño o mediano y nuestros relojes más delgados, su tamaño no es indicativo de sus atributos. Es elástica y rígida, ligera y resistente: a pesar de sus reducidas dimensiones, la espiral Syloxi tiene las hechuras de un gigante.

El escape Chronergy

Chronergy

Nada se nos escapa

Este es nuestro escape Chronergy, presentado en 2015. Se trata de un mecanismo que regula el latido del reloj transmitiendo energía con inquebrantable precisión. El volante y el áncora se han rediseñado para optimizar la eficiencia del sistema. 

Se basa en un sencillo principio general: un áncora con dos paletas libera la rotación de una rueda dentada, en un movimiento minuciosamente coreografiado. «Tic»: la rueda se detiene contra la primera paleta. «Tac»: el áncora libera la rueda, que sigue girando hasta que la segunda paleta interrumpe de nuevo su rotación. Esta danza se repite constantemente, ocho veces por segundo, sin excepción. Una serie de 28 800 alternancias por hora. Un total de 14 400 «tics» y otros tantos «tacs». Una cadencia perpetua, como al son de un metrónomo, que activa cada engranaje. Y es así como el reloj cobra vida. Una prueba más de que, en lo que se refiere al dominio del tiempo, nada se nos escapa.

Chronergy escapement
Paraflex

Paraflex

¡Impactante!

Este es el amortiguador de golpes Paraflex, que fue presentado en 2005. Es un elemento absolutamente crucial para la protección de nuestros movimientos relojeros, y ha sido diseñado y elaborado enteramente por nosotros mismos. Su propósito es neutralizar todos y cada uno de los efectos producidos por los golpes y las sacudidas de la vida cotidiana.

Cabría preguntarse cómo un escudo minúsculo, no más grande que un grano de arroz, puede lograr tal hazaña. Lo consigue gracias a la interacción de dos propiedades independientes que, en un baile sin fin, contrarrestan las consecuencias de todos los golpes en todo momento. El Paraflex se mueve en un sentido y luego en el otro, y todo sucede en una fracción de segundo. Por una parte, se dobla con cada impacto para dispersar la energía y, después, vuelve a su forma original. Por otra, se desplaza para preservar la funcionalidad del volante y del áncora del escape. Así, consigue garantizar el rendimiento cronométrico del calibre en cualquier circunstancia. Gracias a ese ballet único de deformación y desplazamiento, el Paraflex protege el movimiento con el suyo propio.

Paraflex
El rotor Perpetual

El rotor Perpetual

Siempre en movimiento

Este es el rotor Perpetual. El mecanismo de cuerda automática de Rolex. Permite al reloj funcionar sin descanso gracias al movimiento de la muñeca. Se inventó en nuestros talleres, después se patentó y se presentó en 1931. Y, desde entonces, no hemos dejado de mejorar esta innovación revolucionaria que sacudió los viejos cimientos de la relojería.

En un estado constante de equilibrio inestable, la masa oscilante en forma de media luna responde a la gravedad terrestre y no puede escapar de ella. Así, con cada gesto del usuario, pivota y se mueve en una dirección u otra. La energía generada por estas oscilaciones se transfiere al muelle real, que se enrolla continuamente por medio de un ingenioso sistema compuesto por inversores y un rodaje. La energía se almacena y se libera de forma simultánea para activar el movimiento relojero, que finalmente acciona las agujas. Con regularidad. Con precisión. Porque, aunque todos buscamos el equilibrio, es el desequilibrio lo que nos impulsa a movernos, perpetuamente.

Perpetual Rotor
Visualización del día

Visualización del día

Sin tomar atajos

Esta es la inconfundible visualización del día que solo podemos encontrar en nuestro Day‑Date. Se presentó en 1956 y, desde 1973, se ofrece en 26 idiomas diferentes.

El nuevo día aparece cada medianoche en el disco superior, que se sincroniza a la perfección con el disco de la fecha. Además, hemos querido que el nombre de todos y cada uno de los días aparezca con todas sus letras, sin abreviar. Aunque pueda parecer un detalle sin importancia, eso evidencia nuestra firme voluntad de hacer las cosas en su totalidad, sin tomar atajos. Al fin y al cabo, los grandes avances y diseños emblemáticos se escriben con todas las letras.

Day Display
Calendario Saros

Saros

¿Por qué complicarse?

31, 28, 31, 30, 31, 30, 31, 31, 30, 31, 30, 31: la secuencia anual de los meses es más complicada de lo que parece. En el arte relojero, hay que tener en cuenta esas inconsistencias cuando se diseña un calendario anual como nuestro calendario Saros, presentado en 2012 en el Sky‑Dweller.

Como todos los calendarios anuales, distingue automáticamente los meses de 30 y 31 días, y solo hay que ajustarlo una vez al año, cuando febrero da paso a marzo. Desarrollar una complicación como esta suele requerir de mecanismos bellamente intrincados, con innumerables palancas, levas y muelles. Pero hay otro tipo de belleza que siempre buscamos: la de la simplicidad. Aunque sea difícil de lograr. Hicieron falta muchos años de desarrollo para crear nuestro calendario anual, que solo incluye cuatro ruedas y dos relaciones de engranaje. Y nada más que eso. Su diseño es tan eficiente que el rendimiento y la durabilidad del movimiento no se ven afectados de ninguna manera. Todo lo contrario: permite que la energía generada se gestione a la perfección. Tal vez por eso se considera toda una hazaña relojera. El calendario anual Saros es una complicación llena de ingenio.

Saros Calendar

El «savoir‑faire» relojero de Rolex

Excelencia en desarrollo