Explorer – Explorer II

Cada vez más lejos

Exploración

Los relojes Rolex han tomado parte en un buen número de los grandes desafíos del siglo XX.

Ya se trate de escalar a las cumbres del Himalaya, de surcar las llanuras heladas de ambos polos o de sondear las profundidades del océano, los relojes Rolex han tomado parte en un buen número de los grandes desafíos del siglo XX. Todas estas iniciativas de exploración han permitido a Rolex poner a prueba y mejorar la fiabilidad y robustez de sus relojes, partiendo de la consideración del mundo como un laboratorio a cielo abierto. Y la experiencia vivida en cada una de estas hazañas ha servido para perfeccionar el proceso de fabricación.

Expedición al Everest

Gestas audaces

A lo largo del siglo pasado, la exploración tuvo tres objetivos sucesivos: descubrir los confines del mundo, rebasar los límites de la resistencia humana y observar el planeta con el fin de preservarlo. Rolex ha acompañado en sus gestas más audaces a los exploradores que se han enfrentado a estos tres retos.

En el transcurso de una historia en común nació el Explorer, en 1953, tras el ascenso del Everest por parte de sir Edmund Hillary y Tenzing Norgay.

Primer Explorer

Un laboratorio a cielo abierto

Las condiciones en alta montaña constituyen un excelente entorno para evaluar la fiabilidad y robustez de un reloj. Para Rolex, el Himalaya ha representado un inmejorable laboratorio a cielo abierto.

Durante la primera mitad del siglo XX, el Himalaya y sus picos inexplorados suscitan el interés de las naciones y fascinan a alpinistas de todo el mundo. En particular el Everest, ese coloso que reina sobre la mítica cadena montañosa, despierta auténticas pasiones. Esa atracción internacional por las cimas más altas unida a la posibilidad de poner a prueba sus relojes en un entorno real llevará a Rolex a asociarse con numerosos grupos de alpinistas pioneros.

El Himalaya

En total, entre 1933 y 1955, al menos 17 expediciones dispuestas a conquistar las cumbres más altas iban equipadas con relojes de la marca.

Esfera negra Explorer
Primer Explorer II

Capaz de resistir condiciones extremas

Posteriormente el Explorer II, presentado en 1971, se impuso en el mundo de la exploración gracias a sus funciones y su resistencia a las condiciones más extremas. Se convirtió en el reloj de exploradores polares, espeleólogos y vulcanólogos.

En la muñeca de mujeres y hombres excepcionales, el Explorer y el Explorer II siguen recorriendo el mundo a día de hoy, a fin de comprender mejor el planeta y dar con soluciones para protegerlo.

Publicidad de la hermeticidad

Hermeticidad en aguas heladas

Revolucionaria por ser perfectamente hermética, la caja Oyster de Rolex fue puesta a prueba unos años después de su lanzamiento por un famoso explorador durante una expedición a Groenlandia.

El polvo y, sobre todo, la humedad, pueden causar daños irreversibles en el interior de un reloj y comprometer su misión de dar la hora. Por este motivo Rolex desarrolló la caja Oyster a iniciativa de su fundador Hans Wilsdorf, quien estaba convencido de la necesidad de tal invento. Perfectamente hermética, se patenta en 1926. Para asegurarse de su hermeticidad en cualquier situación, Rolex confía con regularidad relojes con caja Oyster a exploradores y exploradoras que los ponen a prueba en condiciones reales. El explorador polar Henry Georges «Gino» Watkins llevará consigo varios relojes Oyster durante una expedición a lo largo de las costas de Groenlandia entre 1930 y 1931. A su regreso, comparte con Rolex su admiración por estos relojes que se han visto sumergidos en reiteradas ocasiones durante su periplo y han continuado funcionando a la perfección a pesar de todo.

Expedición de montaña

Sin reloj, el explorador no puede afrontar su desafío

Solo él le permite controlar el tiempo, factor decisivo para lograr su hazaña; es el garante de su supervivencia. Para quien lleva lo más lejos posible las capacidades de su organismo, supone una herramienta esencial en condiciones extremas. Su resistencia, precisión y legibilidad son determinantes sobre todo en las situaciones de soledad absoluta, cuando todas las referencias desaparecen, cuando la frontera entre el día y la noche se difumina. El reloj ha de resistir, al igual que quien lo lleva, a las situaciones más severas.

«En muchos sentidos, mi Explorer II me ha ayudado a lograr mis objetivos y también a mantenerme con vida».

Ed Viesturs
Ed Viesturs

Superar las fronteras

Rolex acompañó a Erling Kagge en su conquista de los tres polos, con una travesía de la Antártida en solitario y sin asistencia como colofón; al alpinista Ed Viesturs, que escaló los catorce picos de más de 8000 metros sin suministro de oxígeno; al aventurero Rune Gjeldnes, que fue el primero en atravesar el océano Ártico sin reaprovisionamiento; a la médica Christine Janin, primera mujer que llegó al Polo Norte sin asistencia ni trineo de perros antes de escalar una tras otra las cumbres más altas de cada continente. Todas estas personas llegaron muy lejos en términos de superación y abrieron nuevos horizontes al rebasar los límites de la resistencia humana.

Explorar para proteger

Los confines del mundo han sido conquistados. Las cumbres, los polos y las profundidades ya no son tan inaccesibles. Pero los exploradores siguen existiendo.

El misterio ya no es lo único que incita al ser humano a llevar cada vez más lejos los límites de su conocimiento sobre el mundo. Su búsqueda ya no consiste en llegar adonde nadie les ha precedido. Tienen otra ambición: comprender mejor el planeta, detectar sus fragilidades con el fin de protegerlo de la mejor manera posible.

Montañas